Los beneficios de una tutela incluyen salvaguardar los bienes de una persona contra el abandono propio o la explotación de terceros. A menudo, las personas descuidan los pagos de hipotecas y servicios públicos, enfrentando la venta de propiedades o la desconexión del servicio. Falta de gestión y concientización, lo que genera vulnerabilidades potenciales a la manipulación de terceros, como poderes notariales no autorizados. Una tutela previene la autodestrucción y el abuso de terceros. Sin embargo, tiene inconvenientes. Una tutela implica permisos judiciales para decisiones financieras. Las relaciones familiares pueden verse tensas, afectando los vínculos personales.
Alternativamente, un plan patrimonial, que se analiza en otros vídeos, evita una tutela. Para consultas o consultas sobre tutelas, planes patrimoniales y más, comuníquese con las oficinas legales de Alice Salvo.